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Fiesta en La 2 de Nitsa con Miqui Puig y bRUNA

Los finlandeses seguimos nuestro periplo festivo para celebrar nuestro 10 aniversario, mañana con una parada muy especial: la sala Apolo. Podría decirse que es nuestro segundo hogar, una pista en la que hemos quemado multitud de zapatillas desde hace más de una década. En la pequeña sala Picnic, que había antes en la parte superior del Nitsa, hicimos nuestra fiesta inaugural como colectivo hace 10 años y hace 5 celebramos nuestro aniversario con una gran fiesta en la nueva sala 2 del Nitsa.

Entrevista a los responsables del documental ‘Nitsa 94/96: El giro electrónico’

El próximo año, el 2014, a parte de celebrar el 10º Aniversario de Finlandia Club, también se celebra otro aniversario de ‘postín’: los 20 años de un club mítico en Barcelona: el Nitsa. Hoy, casi 20 años después, la sala del Paral·lel sigue reuniendo cada fin de semana a lo más granadito de la aristocracia electrónica mundial. Pero el largo camino del Nitsa empezó en lo que hoy es la sala Becool con su mítica pista giratoria y un dj estrella que acercó a la juventud indie a la música electrónica: Sideral.

Tras lanzar hace un par de años un perfil de Facebook homenajeando al antiguo Nitsa de Joan Llongueras (Nitsa Tribute) y celebrar alguna que otra fiesta conmemorativa en la actual sala Becool, unos cuantos fans de Nitsa se lanzaron el pasado mes de septiembre a grabar un documental sobre esa fase inicial tan importante para cultura de club de Barcelona. Imágenes de la época, entrevista con algunos de sus protagonistas y muchos detalles por descubrir de lo que con el tiempo se convertiría en uno de los clubs de referencia a nivel mundial. Aprovechamos la ocasión para hablar con ellos y os dejamos el trailer para que le echéis un vistazo.

Una de Apolo… Joy Orbison

Texto by Debruxelas

Aunque oficialmente sea conocida como Nitsa Club, en la noche barcelonesa siempre será El Apolo. Basta con buscar «nitsa» en Google y nos lleva directamente a la web de Sala Apolo http://www.sala-apolo.com/

Todavía recuerdo mi primer Apolo en 1998. Un chico de pueblo recién llegado a la capital que entró en la sala sin saber muy bien donde se metía. Como buen novato llegué cuando la sala estaba totalmente vacía. Nunca olvidaré el movimiento circular de los reflejos de la bola de cristal en las tablas de madera de esa pista que iba a pisar durante muchas horas en los próximos años. El ambiente decadente de una antigua sala de baile, las balconadas de los palcos…

Flyers con historia

Hace poco descubrí en este particular cajón de sastre en que se ha convertido Internet una web muy […]